Entre viñedos
en la Francia medieval

La vendimia al ritmo de la música

Bruna y Jac han aterrizado el Globus en un campo de vides del sur de Francia, justo al lado de un castillo de piedra espectacular.

¡Y es que están en la Edad Media!

Cuando han bajado del Globus han encontrado a un agricultor que les ha explicado que con la uva de esos campos hacían un vino que se llama beaujolais nouveau y que ahora están en plena cosecha de la uva.

“¡Qué divertido!” , ha dicho Bruna riéndose.

El agricultor ha respondido lamentándose:

"No tan divertido... este año vamos
atrasados y no acabaremos a tiempo la vendimia"

Jac ha propuesto:

"¿Y si os ayudamos?
Aunque somos muy poquitos..."

Entonces Fritz le ha tirado de la camisa y le ha hecho el gesto de tocar el violín.

"¿Qué quieres decir, Fritz,
que vengan músicos a tocar?"

Fritz le ha dicho que sí con la cabeza y con la pata ha señalado a unos músicos que pasaban cerca del castillo. Les han hecho

la propuesta y los tres músicos se han puesto a tocar: uno el laúd, otro el oboe y el último los platillos.

¡Qué bien lo hacían!
¡Haz clic para escucharlos!

Mientras tanto, Bruna, Jac y Fritz se han puesto unos guantes gruesos y han ayudado a los campesinos a recolectar las uvas en unas cubas enormes.

Acompañados por el sonido de los instrumentos, lo hacían con una fuerza y una rapidez impresionantes.

¡Era como si la música
los empujara!

A continuación, Bruna y Fritz han empezado a pisar uvas y se han puesto a dar vueltas y a bailar.

¡Haz clic!

Unos niños que los han visto se han apuntado y, después, sus padres, y los amigos, y... Poco a poco, toda la gente del pueblo se ha ido sumando a pisar uvas mientras bailaban danzas tradicionales.

"¡Han bailado y bailado
sin parar!"

Cuando el agricultor lo ha visto, ha exclamado:

"¡Viva! ¡Lo hemos conseguido!"

Justo en ese momento se le ha roto una cuerda al músico que tocaba el laúd y ha dicho:

"Hoy hay mercado y podré comprar
una cuerda nueva. ¿Me acompañáis?"

El agricultor, los dos hermanos y Fritz se han animado. Han atravesado viñas durante un buen rato hasta que han llegado al pueblo. En el centro de la plaza había un mercado lleno de puestecillos de artesanos que trabajaban y vendían sus productos.

Lo primero que han hecho ha sido acompañar al músico a cambiar la cuerda. El cordelero les ha explicado que las cuerdas las hace con tripas de animales y que sobre todo hace cuerdas para barcos y para instrumentos.

Qué oficio más curioso

Después han ido al puesto de los algodoneros. Estaban hilando el algodón para hacer colchones. ¡Fritz se ha tumbado en un colchón y Jac lo ha tenido que coger en brazos. ¡Se le veía tan cómodo que parecía que se iba a quedar dormido!

En el puesto de al lado estaban los herreros. Colocaban el hierro dentro del fuego y cuando se ponía al rojo vivo lo golpeaban con un martillo para

darle forma de espada o de lanza. A Jac le ha gustado tanto que le han dejado golpear el hierro para aplanarlo.

Los otros puestos eran de candeleros, que hacen velas; de boteros, que fabrican las botas para guardar el vino; de curtidores, que convierten la piel de oveja en cuero; de agujeteros, que hacen joyas y anzuelos de pesca; de pelaires, que preparan la lana para hacer telas o ropa... Todas esas profesiones son tan auténticas que a los niños y a Fritz les han encantado.

¡Esos artesanos lo hacen todo a mano!

Ha llegado la hora de marcharse y los hermanos se han despedido del agricultor. Él los ha acompañado hasta el globo, que estaba junto al castillo, y en señal de agradecimiento les ha regalado un racimo de uvas. Bruna, Jac y Fritz estaban deseando llegar a casa para poder comérselo de postre.

¡Ñam, ñam!