De repente Jac se ha parado delante de una pastelería dónde tenían una galletas de jengibre.

"Olían tan bien..."

Pero Bruna le ha agarrado del brazo y han entrado en la librería de al lado. Era preciosa, toda de madera y repleta de libros amontonados por todas partes.

"Era la primera librería de Londres.

¡Guau!"

A Bruna le ha llamado la atención un libro de tapas rojas y ha leído su título y autor:

"Cuento de Navidad,

de Charles Dickens"

Jac la ha mirado con una sonrisa y Bruna ha empezado a leer en voz alta. Entonces ha ocurrido algo extraordinario:

¡el fantasma de un señor viejecito
ha salido del cuento!

El señor se ha presentado, se llamaba Ebenezer Scrooge, y ha explicado que no soportaba la Navidad.

"¡En Navidad la gente no trabaja

y esto no puede ser!"

Ha exclamado el viejecito muy enfadado... Y ha seguido refunfuñando:

"¡Todo el mundo debería estar en sus trabajos

y no gastando dinero ni perdiendo

el tiempo con la familia!"

Y después, con cara de pocos amigos, ha preguntado a Bruna y a Jac:

"¿Y vosotros que hacéis leyendo un cuento?

¡Tendríais que que estar haciendo

algo de provecho!"

Los dos hermanos iban a responderle pero en ese preciso instante, ¡ha salido otro personaje del cuento!

¡Bruna, Jac y Fritz
no se lo podían creer!

Esta vez se trataba del fantasma del pasado del señor Scrooge

y después ¡han aparecido
dos más!

Los distintos personajes les han contado el Cuento de Navidad a Bruna y Jac. Una historia que dice así:

Muchos años atrás, Ebenezer Scrooge era un banquero avaro que sólo pensaba en acumular dinero que hacía trabajar muchas horas a su trabajador.

Una nochebuena mientras dormía, a la una de la madrugada, recibió la visita del primer fantasma, el fantasma del pasado. Este fantasma llevó al señor Scrooge a su infancia y le recordó lo bonita que había sido.

Al viejecito se le

enterneció un poco el corazón.

Alrededor de las dos de la madrugada apareció el segundo fantasma, el fantasma del presente. Este fantasma llevó al Sr. Scrooge a caminar por las calles de Londres y a contemplar como las familias paseaban felices. El Sr. Scrooge preguntó:

“Por qué están tan felices?”

Y el fantasma del presente respondió:

“Porque es nochebuena”

Luego lo llevó a casa de su trabajador, y el Sr. Scrooge se dio cuenta de lo feliz que estaba éste con su familia y amigos.

Aunque no tenían decoraciones navideñas ni comidas suculentas, todos cantaban y se abrazaban.

El corazón del viejecito se enterneció
un poquito más.

¡Haz clic para escuchar
el villancico "Noche de paz"!

A las tres de la madrugada apareció el tercer fantasma, el fantasma del futuro, que llevó al Sr. Scrooge a contemplar los días que

le esperaban si continuaba siendo avaricioso.solo y triste, sin nada que celebrar ni nada que compartir con nadie.

El corazón del viejecito
se asustó.

A la mañana siguiente el Sr. Scrooge decidió convertirse en una persona amable, generosa y querer a la personas que le rodeaban.

Celebró la Navidad con todos los que les rodeaban.

¡Había recuperado el espíritu navideño!

¡Ahora sí que era feliz!

Bruna y Jac han aplaudido emocionados. Y Bruna ha exclamado:

“¡Este cuento tan bonito

tiene que pasar a la posteridad!”

Entonces ha pedido a los cuatro personajes que volvieran a entrar dentro del libro para que los otros niños de Londres también pudieran disfrutarlo.

Y el Sr. Scrooge y los tres fantasmas han vuelto a esconderse entre las páginas.